EL PROYECTO SEPIA HIZA LA BANDERA Q DE CALIDAD EN LA PLAYA GRANDE DE L'ESTARTIT

El biólogo Boris Weitzmann, uno de los impulsores del Proyecto Sepia, ha sido el encargado, este mediodía, de izar la bandera Q de Calidad Turística en la playa Gran de l’Estartit. Con esta acción simbólica, las concejalías de Gestión Costera y Playas, y de Destino Turístico Torroella-l’Estartit-Illes Medes han querido reconocer la contribución del proyecto a la mejora de la biodiversidad en el ámbito marino del Parque Natural ya la imagen de el destino. También se quiere agradecer y visibilizar su contribución a la apuesta que desde hace años viene haciendo el municipio por la sostenibilidad. Aparte de su finalidad biológica, en las últimas tres temporadas el proyecto ha instalado frente a la costa del municipio unas sepieras visitables por los bañistas. Se trata de una estructura hecha con lentisco y ramas de pino, situada dentro de la zona balizada de baño, a unos 2-3 metros de profundidad, que facilita la puesta de los huevos de sepias y calamares. Las sepieres se han convertido en un atractivo más para los bañistas que, a su vez, hace divulgación del Proyecto Sepia. En el marco del proyecto, además, el pasado año se impulsaron una jornadas gastronómicas de la sepia conjuntamente con el municipio de L’Escala, un ejemplo de colaboración en el ámbito del Parque Natural.

Distintivo de calidad

Ésta será la novena temporada que la playa Gran de l’Estartit dispondrá de la bandera Q de Calidad Turística, un galardón que certifica la calidad de la arena, el agua y sus servicios. Este distintivo lo concede la Secretaría de Estado de Turismo y gestiona el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE), después de superar unos estrictos controles y requerimientos de calidad. El alcalde, Jordi Colomí, ha asegurado que para un destino turístico como Torroella de Montgrí y Estartit es imprescindible contar con los más elevados estándares de calidad en todos los aspectos de la oferta y los servicios para ser competitivos. En este sentido, la playa se convierte en uno de los pilares fundamentales de la oferta y la certificación Q de Calidad Turística es el resultado del buen trabajo que se está realizando tanto desde la administración local, como de los privados que también intervienen. En cuanto al proyecto Sepia, cree que es un merecido reconocimiento por se trata de una magnífica iniciativa que combina un proyecto científico y un recurso de dinamización del destino. Al acto de izada han asistido el presidente de la EMD, Francesc Ferrer; y la concejala de Destino Turístico, Dúnia Oliveras, además de técnicos y responsables de servicios vinculados a la playa.

Recta final del Proyecto Sepia

El proyecto nació en 2016 en L’Escala, impulsado por el biólogo Boris Weitzmann y el pescador Isaac Moya, con la colaboración de la cofradía de pescadores y el Ayuntamiento de L’Escala. Al año siguiente se incorporaron el Ayuntamiento de Torroella de Montgrí, el Parque Natural del Montgrí, las islas Medes y el Baix Ter y los pescadores del Estartit. De esta forma se ampliaba el ámbito de actuación tanto en la bahía de Roses como en la de Pals. Este año finalizará en el actual formato, pero los promotores confían en que el territorio lo haga suyo y pueda continuar de otra forma. El objetivo del proyecto ha sido el de favorecer la reproducción de los cefalópodos, después de observar que los ríos cada vez aportan menos ramas, lugar habitual en el que estos ponen los huevos, por lo que se había incrementado el número de huevos que sepias y calamares ponían en las redes que los pescadores tenían caladas. Éstos, una vez las redes eran recogidas, se perdían. La solución propuesta ha sido la instalación de líneas de ramas sujetadas al fondo marino (sepieres) e implicar a los pescadores, de forma que recogieran los huevos de las redes y los pusieran a disposición del proyecto. Éstos se colocan en unas “incubadoras” junto a la línea de sepieres y se garantiza así que pueden nacer los nuevos ejemplares. Con estos dos sistemas se calcula que se ha garantizado la supervivencia de un total de 511.683 sepias y calamares entre las dos bahías.