L'Estartit
La Pletera forma un ecosistema costero típico mediterráneo, entre los Griells y la Gola del Ter. Hace unos años esta zona estuvo a punto de convertirse en una urbanización y representa un caso único de renaturalización de un espacio urbanizado. Actualmente encontramos dunas litorales móviles y un cordón dunar. Detrás están los espacios salobres de marismas y lagunas.
Las dunas, las marismas y las lagunas salobres son escasos en el Mediterráneo. La ocupación urbana del litoral les ha ido haciendo desaparecer del paisaje hasta convertirse en unos ecosistemas poco habituales.
La arena y la sal son los principales elementos de las dunas. Las especies que viven allí han aprendido a adaptarse a unas condiciones ambientales difíciles. El suelo es móvil, poco compacto, carece de nutrientes y no retiene el agua dulce de la lluvia. Estas condiciones no facilitan el crecimiento de raíces de las plantas. Sobre las dunas bien formadas crece el barrón o carrizo, una especie muy bien adaptada a la arena y que ayuda a fijar la duna.
Las marismas y las lagunas están situadas inmediatamente detrás de las dunas. No son profundas, el agua se evapora fácilmente y son ambientes muy salinos. Las plantas que viven ahí se han adaptado y expulsan o acumulan la sal. Las salicornias o cirialeras se extienden por la marisma, como la cirialera común y la cirialera glauca.
En las dunas, marismas y lagunas, encontramos una planta: el taray. También encontramos dos especies de fauna muy especiales: el chorlitejo patinegro, un pájaro limícola que hace las puestas en las zonas de duna, y el fartet, un pequeño pez autóctono que vive en las lagunas salobres.
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